domingo, 24 de abril de 2011

El padre del socialista





Ya es de sobra conocido por la mayoría de la gente informada por algún medio de comunicación no afecto al Gobierno, que un buen grupo de dirigentes socialistas han demostrado sobradamente que les importan un pimiento los principios, ideas, e incluso sentimientos si se comparan éstos con el estar siempre al abrigo del poder o junto al poderoso; en la cálida y acogedora alcoba de quien manda.

Por todo ello, un buen número de estos importantes miembros del partido socialista han vivido siempre a favor de la corriente, y, aunque tienen edad suficiente, nunca probaron lo que era la clandestinidad política ni mucho menos el exilio.

Así, la anterior Vicepresidente del Gobierno Teresa Fernández de la Vega vivió su infancia en el hogar de un padre condecorado por el régimen del General Franco, D. José Bono en otro de un progenitor falangista, el antiguo Ministro del Interior Fernández Bermejo en uno de un alcalde franquista, el actual Ministro del Interior Pérez Rubalcaba bajo el mismo techo que un Suboficial del Ejército del Aire del anterior régimen o Carod Rovira en un cuartel de la Guardia Civil... por poner sólo unos ejemplos que se me vienen a la mente y aunque este último no sea socialista propiamente dicho pero sí muy "de izquierdas".

Bien está... sabido es que un gran defecto que tiene el español medio es correr en auxilio del vencedor. Por eso, uno podría irse a la trastienda, cambiarse la chaqueta, disimular un poco, etc., etc. y si te pillan, intentar disculparte con alguna que otra excusa y ya está...

Pues no señor, hay algunos que encima tienen la desfachatez de no agachar la cabeza, sino, antes bien, alzarla con donosura con una dosis de cinismo sólo comparable con la dureza del mármol del que está hecha.

Y es que ¿alguien puede imaginarse quién dijo esto en un mitin en 2.008?

«Tenemos que ganar, porque se lo debemos a nuestros padres y abuelos, que lo pasaron muy mal durante el franquismo».

Pues nada más y nada menos alguien que tuvo a este padre:


...un militar que alcanzó el grado de comandante en jefe de las tropas franquistas en el norte de Africa y que, como se ve en esa fotografía de los 70, se relacionaba con lo más selecto del régimen.

Y como imagino que el Sr. Chaves, a quien me estoy refiriendo con esto, es el sinvergüenza de turno (no se me ocurre otro adjetivo) y que por ello, ni siquiera se va a avergonzar, voy a permitirme avergonzarme yo por él y por el honor de su padre.


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P.D. La noticia la he recogido de aquí:

http://www.periodistadigital.com/pol...e-franco.shtml

martes, 19 de abril de 2011

Circunloquios solemnes





Creo que fue Napoleón quien dijo aquello de que si quieres que un problema no se resuelva, crea una comisión. Pues bien, yo, humildemente, tengo también mi frase para estos asuntos que dice, poco más o menos, que si quieres que un problema no se resuelva, generaliza solemnemente.

Por poner un ejemplo, es algo así como si tienes la puerta de entrada a tu casa rota y en lugar de llamar a un carpintero para que la arregle y santaspascuas, le dices a tu familia que existe un problema de seguridad doméstica que afecta al acceso principal y que hay que pensar en desarrollar un futuro plan de mejora de la tranquilidad familiar para el buen fin de nuestra convivencia sin incidentes no esperados… y te vas a la cama.

Está claro que quien actúa así ya sea en la vida familiar, laboral o pública es porque, o no quiere, o no puede acabar con el problema por el motivo que sea, y en lugar de confesarlo, prefiere solemnizar bobamente para no perder su imagen de poder o prestigio, o para esconder sus verdaderas intenciones de inacción.

Y está claro que no sorprenderé a nadie si digo que es en nuestros políticos en donde más observo esta estrategia del avestruz mentiroso. Por eso, nuestros actuales gobernantes socialistas no dicen ahora nunca (con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina y precios que pagar) que hay que acabar con ETA y punto; sino que lo que hay que hacer es buscar cauces para la paz y la convivencia, o que hay que acabar con las prácticas violentas antidemocráticas, o cualquier otro circunloquio para que la banda se tranquilice sabiendo que no es que quieran acabar con ellos, sino sólo domesticarlos y meterlos en el redil con alguna que otra buena subvención a cambio de que no “muerdan”.

Y es que es cierto, los gobernantes socialistas no quieren acabar con ETA porque, en definitiva son gente de su cuerda, camaradas de izquierda descarriados a los que hay que llevarlos por el buen camino del sectarismo “partitocrático” de nuestro actual sistema de gobierno. Por eso nunca han dejado de negociar con ellos, y por eso ahora, en mayo, si no es en Sortu será en Bildu o, si fuera preciso, en el mismo PSE… pero los terroristas de ETA seguirán en los Ayuntamientos "trincando" del dinero público para continuar con sus crímenes. Y por eso los gobernantes socialistas no hablan de acabar con ETA sino de aquello de la paz y los pasos para una convivencia democrática en el País Vasco y bla, bla, bla…