sábado, 20 de noviembre de 2010

Real como la vida misma

Esta es una fábula que siempre me ha encantado. No sé el autor, pero como en toda tradición, creo que desde su creación ha sufrido variaciones. Algunos ya la conocerán en alguna de sus versiones, pero para los que no, espero que les guste:

Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, pero ¡ay!, no era supervisada.

El ABEJORRO gerente general consideró que ello no era posible, así que se creó el puesto de supervisor, para el cual contrataron a un ESCARABAJO con mucha experiencia.

La primera preocupación del ESCARABAJO supervisor fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes.

Pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una ARAÑITA que organizó los archivos y se encargó del teléfono. Mientras tanto la hormiga productiva y feliz trabajaba y trabajaba.

El ABEJORRO gerente general estaba encantado con los informes del ESCARABAJO supervisor, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias. Entonces fue necesario contratar una CUCARACHA ayudante para el supervisor y fue indispensable un nuevo ordenador con impresora a color.

Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer ahora.

El ABEJORRO gerente general, entonces, consideró que era momento de adoptar medidas. Así crearon el cargo de gerente del área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.

El cargo fue para una CIGARRA que alfombró su oficina e hizo adquirir un sillón especial. El nuevo gerente del área - claro está - necesitó un nuevo ordenador y - cuando se tiene más de un ordenador- hay que tener una red local. El nuevo gerente pronto necesitó un asistente (que había sido su ayudante en la empresa anterior), para que le ayudara a preparar el plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.

La HORMIGA ya no tarareaba sus viejas melodías y cada vez se le notaba más irascible. "Vamos a tener que contratar un estudio de clima laboral un día de estos" dijo la CIGARRA.

Pero un día el gerente general, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocios (donde trabajaba la hormiga productiva y feliz) ya no era tan rentable como antes. Así que contrató al BÚHO, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico.

El BÚHO estuvo tres meses en la empresa y pronto emitió un sesudo informe: "Hay demasiada gente en este departamento...".

Así el gerente general siguió el consejo del consultor y... despidió a la hormiga productiva y feliz.

Moraleja: No se te ocurra por nada del mundo ser una hormiga productiva y feliz. Es preferible ser un inútil e incompetente. Los incompetentes no necesitan supervisores, ¿para qué?, todo el mundo lo sabe. Si a pesar de todo eres productivo, no demuestres por nada del mundo que eres feliz. No te lo perdonarán. Invéntate de vez en cuando alguna desgracia, eso genera lástima. Pero si a pesar de todo lo anterior te empeñas en ser una HORMIGA PRODUCTIVA Y FELIZ, instala tu propia empresa, por lo menos que no vivan a tu costa abejorros, escarabajos, arañitas, cucarachas, cigarras y búhos de este mundo.

P.D.: "Cualquier parecido con la coincidencia es pura realidad". Y, que cada una/o se aplique la moraleja como quiera...

jueves, 18 de noviembre de 2010

Razones para engañar



Durante la última campaña de Elecciones Generales, el Partido Socialista propugnó 13 razones para votarles, “13 razones para creer”; las llamaron. Hoy, quiero recordarlas porque con una distancia de casi 3 años de legislatura, se puede valorar la catadura moral de nuestro Presidente de Gobierno -electo gracias a aquella votación- y de su gabinete de ministros, asesores y resto de “agradaores” que tiene o ha tenido a su lado.

Para ello, quiero copiar lo que en un momento de esa campaña de 2.008, escribí en un blog de un periódico de internet. Se trata de unos comentarios, que, según mi opinión de entonces, se merecían cada una de esas “razones para creer socialistas”. Lo cierto es que, sin ser un experto analista político ni nada parecido, ya preveía una catástrofe si renovaban el gobierno nuevamente. Desgraciadamente, creo que me quedé corto:

1.- Por todo lo que merece la pena: $$ Filesa, Fondos Reservados, Comisiones...$$

2.- Comprometidos con la igualdad: Entre etarras y víctimas.

3.- Vivimos juntos, decidimos juntos: Menos los que sean del PP = cordón sanitario.

4.- No es lo mismo: USA y Gran Bretaña que Cuba y Venezuela

5.- Por que lo estamos consiguiendo: Destruir España al ser un concepto discutido y discutible.

6.- "Somos más": Los que vivimos de las subvenciones que los que trabajáis y pagáis impuestos.

7.- Soñar con los pies en la tierra: Y la cabeza al aire libre hasta que enseguida arreglemos lo de las hipotecas con estupendas "soluciones habitacionales".

8.- Por todo lo logrado: Buenísimo aumento de la inflación, subida del paro a fin de conseguir mayor descanso laboral, desaceleración económica para que los pisos bajen...

9.- Por el pleno empleo: (Sin comentarios... a la vista está la estupenda tendencia)

10.- Porque no está todo hecho: Falta la independencia de Cataluña, País Vasco, Galicia... entregar Ceuta, Melilla y Las Canarias a Marruecos, "reinsertar" a los terroristas con una paga mensual de 1.500 €, etc. etc....¡buf!

11.- La octava potencia económica, los primeros en derechos sociales: Para un amplísimo grupo de minorías; gracias a los trabajadores "curritos", autónomos, Pymes... cuya misión es trabajar para generar los ingresos con que sustentar esos derechos; lógicamente.

12.-Podemos llegar tan lejos como queramos: Fijaos si hemos avanzado que cogimos el gobierno en 2.004 y hemos colocado al país en una situación como en 1.934...

13.- Ahora que avanzamos, por qué retroceder: Esta es la suma de todos los motivos; lo tomamos de una sabia reflexión que realizaron un grupo de cangrejos (rojos, cómo no) a la vista de una gaviotas con intenciones aviesas.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Encuestas

Si el siglo pasado fue denominado por algunos como “el siglo de las siglas” ya que fue en él cuando empezaron a prodigar los sustantivos formados por éstas (desde la ONU a la OTAN pasando por la UNICEF o la UEFA), este siglo en el que estamos empieza a ser denominado (al menos por mí) como el “siglo de las encuestas”.

No hay producto o servicio que no esté influido (incluso antes de su nacimiento) por un buen estudio de mercado basado en encuestas que luchan por conocer los gustos, tendencias, costumbres, modas, etc. de la mayoría.

Doctores tiene la Demoscopia y no soy yo quién para criticar tan noble ciencia (porque el hecho de que el CIS vaticine –por ejemplo- una participación en las últimas elecciones europeas del 70% y vote luego sólo el 45% no tiene mucho que ver con esta ciencia y sí con la mala conciencia), ni tampoco es mi pretensión en este escrito.

Mi pretensión, decía, es fijarme y redactar mi opinión general sobre las formas de interpretar estas encuestas que, estando ya en campaña electoral de las elecciones en Cataluña, cerca de unas próximas autonómicas y municipales y a poco más de un año de unas generales, nos van a llover como la bendita agua que nos está mandado ahora mismo una borrasca, capaz de mejorar a su libre albedrío cualquier Plan Hidrológico Nacional y sus insolidaridades intercomunitarias.

Pues bien, al parecer, en esto de las encuestas sobre intenciones de voto cualquier resultado es positivo si se explica torticeramente bien. Vamos, como decía mi abuela: “Si sale con barba San Antón y si no, la Purísima Concepción”.

Resulta que si los datos demoscópicos dan ventaja a tu partido…¡fenomenal!, esto animará a todos sus simpatizantes que, embriagados de éxito, acudirán masivamente a las urnas llevando en oleadas a la mayoría de los indecisos.

En caso contrario, si tu partido aparece con unas cifras por debajo de tus expectativas de voto…¡fantástico! eso es estupendo para movilizar a todos los votantes de tu tendencia más los que aún no tenían claro su voto ya que, si pensaran que estaba ganado, muchos se quedarían el día de la cita electoral confortablemente en el sillón de su casa o entre las humaredas de la barbacoa en casa del cuñao.

¿En qué quedamos?

Yo, basándome en mi teoría de la comodidad de la masa ganadora, sustentada en el dicho popular según el cual en España “siempre corremos en auxilio del vencedor” y certificada en el importante número de personas que estuvieron tanto en la Plaza de Oriente en Octubre del 75 como en Ferraz en el 82, creo que siempre es positivo que las encuestas te den como ganador. Los españoles preferimos ir en bloque sintiéndonos parte del grupo vencedor, de ahí que muchos opten por votar a quien saben de antemano (porque así se lo han indicado las encuestas) que va a ganar… si no ¿de dónde saldrían tantos madridistas?

lunes, 1 de noviembre de 2010

In the getto


Hoy en día en España quien no cumpla con una serie de cánones ideológicos estipulados por el “buenismo iletrado” que nos gobierna (y no me refiero al Gabinete de ZP sino a algo muchísimo más amplio) pasa a ser considerado una especie de apestado intelectual y obligado a vivir en el gueto del pensamiento “facha” o en el gueto del silencio complaciente. No le queda otra.

Así se define muy bien Fray Josepho (nuestro Quevedo del siglo XXI) en algunos de sus versos:

En la lista negra estoy

y he de cargar con mi tacha

todos saben lo que soy:
¡soy un facha!


Si quiero Constitución
y no la ley del embudo;
si me muestro testarudo
en defender la Nación; si la manipulación
se me indigesta y me empacha…
¡soy un facha!


Si no quiero que a la ETA el Gobierno se doblegue;
si quiero que la paz llegue
sin que España se someta
a la indigna metralleta
de a quien el odio emborracha…

¡soy un facha!

Y por estos tipos de embudos, unidos a otros más generalistas como el del pseudoecologismo, la pseudoigualdad de sexos, la pseudoigualdad de las civilizaciones, etc. etc. tienes que ir entrando si quieres tener presencia en la sociedad. Esto lo ha tenido que “aprender” necesariamente el PP, por ejemplo, para tener posibilidades de gobernar, o la COPE para poder tener postes de emisión o la AVT para poder contar con los ingresos estatales necesarios para subsistir… y eso lo tiene que asumir cualquier persona en sí misma si no quiere vivir intramuros, en ese gueto intelectual que me gusta llamar.


Por este motivo, quedamos pocos ya viviendo fuera de esos cánones ideológicos y eso hace que nuestras comunicaciones lleguen a ser casi clandestinas. Fijaos que desde que la AVT, como decía anteriormente, se metamorfoseó en la NewAVT, yo decidí apoyar en su lugar a “Voces Contra el Terrorismo” (una agrupación social formada por Francisco José Alcaraz -antiguo presidente de la AVT-), simplemente porque tenía los mismos fines que la anterior y porque no se doblegaba a esos cánones del “buenismo iletrado”. Pues bien, desde entonces me llega trimestralmente su revista. Ésta ha sido su última portada y contraportada:



Actualmente, yo recibo algunas revistas por correo; es más, al ser mi padre uno de aquellos antiguos médicos de cabecera de pueblo, las he visto llegar postalmente a mi casa desde niño por decenas y todas suelen venir igual: Empaquetadas en unas bolsas de plástico transparentes con espacios para el franqueo y la dirección y poco más; en definitiva, se suele ver el interior con mayor o menor amplitud, es lo normal.


Pues en este caso, la revista trimestral de Voces contra el Terrorismo la recibo así:


Delante, un papel blanco ocupando todo el espacio con la dirección del destinatario y la del remitente escrito en siglas (VCT) y por detrás, otro de un color azul intenso para que ni siquiera se vea el anuncio de la contraportada; claro, era del programa “Sin complejos” de Luis del Pino en ((esradio; y éste y esa cadena son otros de los que no se doblegan.


Sé que el envío me lo hace así esta Asociación para que no sea señalado como un apestado por mis vecinos, el cartero o la encargada de la limpieza del portal de mi edificio; es todo un detalle, aunque en mi caso me sean indiferentes esos dedos acusadores, es toda una señal del ínfimo nivel de democracia que tiene nuestra nación el comprobar cómo una asociación con un fin tan noble como es el apoyo a las víctimas del terrorismo y a sus familiares tiene que comunicarse con sus simpatizantes de forma casi clandestina. ¡Qué horror de sociedad!


Menos mal que, al menos en unión, si nos podemos hacer notar, saltar el muro del gueto, doblegar los dedos acusadores y manifestarnos. Así será, Dios mediante, el próximo sábado día 6 en la Plaza de Colón de Madrid donde se exigirá algo tan sencillo como “memoria, dignidad y justicia” para las víctimas y sus familiares. Un acto que, dicho para concluir, terminará con los sones del Himno Nacional. Lo que decía…¡unos auténticos fachas!