Sortu: Palmeros de Manolo Escobar.

Ya he escrito aquí en otra ocasión que quien no vea al entramado terrorista vasco como un ente económico a quien cortarle el grifo, nunca podrá acabar con esta mafia. Todo aquel que vea aquí unos intereses políticos, sociales o culturales como principal motor de esta lacra se equivoca de cabo a rabo. Su verdadero estímulo y principal interés es el dinero y todo eso de la supuesta independencia de la inventada nación vasca les trae al pairo. La implantación generalizada, por ejemplo, del uso de la “jerigonza eusquérica” es una escusa más para engañar a la sociedad de las provincias vascongadas y aquello de la Euskalerría libre y socialista, un cuento que serían ellos los primeros en intentar evitar si en algún momento se atisbara la posibilidad de que se pudiera implantar.

Por todo esto, ahora se vuelven a poner una piel de cordero con más agujeros que un queso gruyère (que se les ha ocurrido llamar “Sortu”) por donde asoman los negros pelos de su verdadera piel de lobo y vienen con la cantinela ésa de que condenan la violencia de cualquier tipo, incluso la de ellos mismos (la ETA) si se produce en el futuro.

Si bien, lo que más “gracia” me hace son estas declaraciones del terrorista portavoz de este nuevo invento: “…aunque desconocemos las líneas de decisión que va a adoptar el Gobierno y no sabemos el proceder de los tribunales, si nos exigen más habrá que adaptarse”

¡Cómo adaptarse! Éstos serían capaces de hacer el coro a Manolo Escobar mientras canta el ¡Que viva España! o hacer una peregrinación hasta la Plaza de Oriente a cantar el Cara al Sol si fuera necesario para seguir “trincando” el dinero de Ayuntamientos y Diputaciones que sale, por supuesto, de los bolsillos de todos esos españoles que ellos dicen odiar.

Que nadie se preocupe, de aquí a las elecciones municipales de mayo estos terroristas disfrazados de políticos superarán a la Madre Teresa de Calcuta en amor al prójimo y estarán deseando ayudar a la primera viejecita del PP que se le presente a atravesar cualquier calle de su “Euskalerría sometida por el yugo español”… ahora bien, una vez que estén en los sillones consistoriales y con las manos llenas de presupuestos municipales... la serpiente y el hacha volverán a sesgar las vidas de quien les impida, no la independencia, sino el statu quo de su “chiringuito económico” basado en los ingresos de la extorsión y el miedo de una sociedad sometida.