sábado, 4 de diciembre de 2010

Piensa mal...


La izquierda española (no sé si la internacional también aunque, en mayor o menor medida, creo que sí) intenta siempre conseguir adeptos (y votos) tratando de que los ciudadanos utilicen el sentimiento en lugar de la razón. De ahí, por ejemplo, que nuestro Presidente confesara a su amigo Gabilondo (entiéndase el periodista) a micrófono cerrado que lo que le interesaba durante la campaña electoral era aumentar la tensión y dramatizar un poco. De ahí, también, que haya resucitado viejas rencillas entre españoles ya olvidadas provenientes de la Guerra Civil con esa idea de intentar llegar a los sentimientos irracionales en lugar de a la razón. De ahí, por último, que sus campañas electorales se basen en expresiones e imágenes impactantes (como comparar a la oposición con un doberman en plena excitación agresiva).

La izquierda española no quiere que el ciudadano piense, sino que SIENTA de acuerdo con unos cánones hábilmente diseñados que repiten de manera incansable consiguiendo efectos del mejor marketing, envidia del Departamento Comercial de la propia empresa Coca Cola.

Por todo ello, cuando el Gobierno está con los peores datos de popularidad, con unas encuestas que le dicen que en este momento obtendría el peor resultado de su historia reciente, no me queda otra salida que pensar que el Real Decreto promulgado ayer (el viernes antes del puente más largo del año en España) sobre las horas de trabajo de los controladores aéreos, no ha sido nada más que una estratagema para intentar conseguir un efecto de márketing que le devuelva mucha de la popularidad perdida.

En nuestro querido país hay dos grupos laborales (me resisto a llamarles “colectivos”) que están muy mal vistos por el sentimiento de sus habitantes (no por su razón) que son los Pilotos y los Controladores Aéreos y sólo por un motivo, porque ganan mucho dinero y eso, desgraciadamente, suele ser un delito en una nación donde abunda la envidia. En este caso, casi nadie suele entrar en el fondo de las reivindicaciones de estos grupos; es más, yo diría, que la mayoría las desconoce absolutamente. Sin embargo, son rechazadas todas a priori por la opinión pública porque quien las reclama son unos “privilegiados”; al contrario, por ejemplo, que las peticiones de los mineros que, a pesar de que mantener esta profesión nos está costando un riñón, son siempre bien vistas porque sus ingresos son netamente inferiores.

Tener dinero, aunque para eso hayas tenido que prepararte durante años con muchos esfuerzos, pasar unas oposiciones durísimas y tener la tensión de saber que están en tus manos día tras día la vida de miles de personas, es un gran pecado en España.

Pues, como decía, aprovechando ese sentimiento que nace en las vísceras en lugar de en el cerebro de los ciudadanos, el Gobierno decidió sacar a la luz ayer un Decreto que va en contra de los intereses de este grupo laboral de los controladores. No entro a valorarlo, incluso tengo la sensación que de puede tener una buena parte de razón, pero no entro en el “qué” sino en el “cómo” y sobre todo en el “cuándo”

El Gobierno sabía que la reacción iba a ser brutal porque, a pesar de lo acordado hace unos meses, el Decreto iba en contra de todo lo reclamado dando, no una vuelta de tuerca, sino muchas más para que la presión fuera lo suficientemente lesiva. Por otro lado, el Gobierno sabía que el momento era el justo, cuando más personas se iban a ver afectadas y más eco iba a tener en todo el país.

Así pues, con este caldo de cultivo bien preparado, sólo hacía falta que el Ministro Blanco y el Ministro Rubalcaba aparecieran perfectamente cubiertos con la bandera de España, al frente de un ejército de “liberación” y hasta decretando del Estado de Alarma… nunca mejor dicho porque “alarma” es lo que han querido y han conseguido provocar.

Todos con el Gobierno ZP en contra de esos malvados -por ser ricos- controladores (que serán fachas de derechas) que han fastidiado las vacaciones de miles de españoles, que han impedido llegar al funeral de un padre, al cumpleaños de un hijo desamparado, a la boda de un hermano de sangre…

Aunque naturalmente no estoy de acuerdo con esa forma bestial de reivindicación de los controladores, sólo me queda por saber si utilizará el márketing del PSOE un anuncio estas Navidades como el de “El almendro” donde aparezca un padre y esposo ejemplar que se queda abatido en el sillón de un aeropuerto mientras su querida mujer y tierna hija lloran en casa junto a una chimenea y un controlador con cara de la Bruja Avería y un copazo de whisky en la mano sonríe maléficamente.

4 comentarios:

  1. Como aqui no hay una pestaña donde decir me gusta, te lo tengo que escribir, me gusta este articulo y estoy de acuerdo en lo que dices.
    saludos

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  2. No tengo ni idea, José Ramón, de como poner esa pestaña que dices en el blog (intentaré averiguarlo); de todas formas, se agradece tu comentario y me gusta de que te guste.

    Un abrazo

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  3. Pues no sé no sé... Estoy de acuerdo en que no hay que dejarse llevar por los sentimientos. Pero si es verdad que los controladores se han visto "obligados" lo han explicado muy mal. Si esto es el final de una situación extrema, deberían haber dado indicios todos estos días.

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  4. Desconozco si se han visto "obligados" o no... lo que estoy seguro es que esta crisis se ha producido cuándo y cómo ha querido el Gobierno, no cuándo y cómo han querido los controladores

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