domingo, 25 de septiembre de 2011

Yo no quiero acabar con ETA

Esta semana, el “colectivo de presos de ETA” (es decir, el grupo de asesinos terroristas etarras que están en las cárceles) ha hecho público un comunicado en el que más o menos vienen a pedir la amnistía para ellos a cambio de adherirse al “acuerdo de Guernica” (esa comunicación que hicieron los terroristas de un cese a los asesinatos hasta que les venga bien de nuevo matar, secuestrar y extorsionar).

No me ha sorprendido que el candidato del PSOE a las elecciones generales, señor Pérez, viera este anuncio como algo positivo para acabar con ETA (por todo el mundo es conocida la actual estrategia socialista pactista con el terrorismo); ahora bien, lo que sí me ha llamado la atención es que la mayoría de la opinión pública (tanto política, como social, como periodística) deseche este comunicado solamente porque en él, este grupo de asesinos no pide la entrega de la armas a sus compinches libres ni pide perdón a las víctimas por sus crímenes pasados. ¿Qué quiere decir esto… que si este “colectivo” hubiese redactado este anuncio pidiendo la entrega de las armas y solicitando el perdón a las víctimas habría que haberlo tenido en cuenta e incluso estudiar una posible excarcelación colectiva?

Entonces…¿si un grupo de presos por delitos de violación piden a los violadores que están por la calle que dejen de violar y, a su vez, solicitan el perdón a sus víctimas, la justicia se plantearía el darles la libertad antes del fin de sus condenas? ¿La sociedad en general lo vería con buenos ojos? No creo.

Y es que yo... no quiero acabar con ETA, porque eso sería confundir una consecuencia con un objetivo. Yo lo que quiero es que se cumpla la ley, que los asesinos terroristas permanezcan hasta el último día de su condena en la cárcel, que la cumplan en el centro penitenciario que les toque, que no disfruten de un mínimo privilegio que no tengan el resto de presos y que cuando hayan cumplido su condena (si no se ha podido antes) que paguen las indemnizaciones a las víctimas por la responsabilidad civil que se le impusiera en su momento en su sentencia; ya sea con su patrimonio, con su nómina, con su negocio o con cualquier actividad económica que desarrollen… vamos, como cualquier ciudadano de a pie que tiene una deuda con la Agencia Tributaria, por ejemplo.

Y lo que yo quiero, además, es que se persigan a los terroristas que estén en la calle con todos los medios legales posibles y del mismo modo siempre, sin importar el “momento político” en que se encuentre el país; incansable e inexorablemente.

Ése es mi objetivo y si  con eso se acaba con la ETA, bien, será una buena consecuencia que creo más que previsible; pero si no, pues a seguir con más fuerza todavía con el imperio de la ley. Ése es el mensaje que deben recibir los terroristas, que el Estado no va a variar ni un ápice su estrategia, pase lo que pase, digan lo que digan, hagan lo que hagan, pidan o no perdón a las víctimas, entreguen o no la armas… da igual. El que la ha hecho, la tiene que pagar… según la Ley, pero sin un solo beneficio actual o inventando por los políticos en el futuro.

Y es que, si  no, acabar con ETA sería muy fácil… sólo hay que rendirse a sus exigencias, pero ¿de verdad que para eso han muerto más de 900 personas, se han herido y mutilado a miles y han tenido que emigrar forzosamente decenas de miles? ¿para qué hubiera servido tanto sacrificio?

Memoria, dignidad y justicia para las víctimas.

2 comentarios:

  1. Excelente artículo. No se debe olvidar nunca lo que ha hecho los asesinos de Eta. Es más, muchos tampoco podrán perdonarlos. Ya sé que es poco cristiano, pero es humano.
    Abrazos.

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  2. El perdón cristiano, querido Emperador, se pide a la persona, no a los Estados.

    Yo puedo y debo perdonar a mi agresor, pero él debe cumplir con la pena que el Estado le exija según la ley.

    Un abrazo

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