miércoles, 2 de noviembre de 2011

Ubi sunt?


El pasado sábado, la agrupación cívica Voces Contra el Terrorismo organizó una manifestación en la madrileña plaza de la República Dominicana a fin de reclamar algo tan simple como JUSTICIA para con ellos y sus familiares asesinados. Una manifestación que ha sido necesaria nuevamente ante la actitud complaciente del Gobierno y los candidatos a Presidente en las próximas elecciones generales de los dos principales partidos, tras el nuevo comunicado de la banda terrorista ETA en el que dicen que van a dejar de matar.

A este evento, al que se han sumado las principales asociaciones de víctimas y que tuvo un éxito notable de presencia ciudadana, no han asistido los principales líderes políticos del país (si exceptuamos al Sr. Álvarez Cascos o al Sr. Mayor Oreja o algún otro de popularidad o importancia política aún menor), ni siquiera ha sido apoyada oficialmente por sus partidos y no… a pesar de las críticas que personas de ideología parecida a la mía les han vertido, yo no les voy a culpar por ello.

Los líderes de los partidos políticos y los miembros importantes de éstos están en plena campaña electoral (sí, también Dª Rosa Díez e incluso Dª Esperanza Aguirre aunque no vaya en las listas) y sus actos se basan ahora única y exclusivamente en el rédito o pérdida que en bagaje electoral puedan tener. Por todo ello, si Rubalcaba (lógicamente), Rajoy (aquí ya sin lógica) o Rosa Díez (aquí más sorprendentemente) no asistieron a la manifestación es porque creen que su presencia allí afectaría negativamente a sus resultados electorales. Y díganme ¡qué sociedad tan enferma podemos tener cuando el hecho de que un líder político apoye a las víctimas del terrorismo le pueda hacer perder votos!

En el mejor de los casos, puedo pensar que el líder del PP y personas relevantes de este partido como –oh decepción- Dª Esperanza Aguirre no fueron, no porque pensaran que su presencia les haría perder votantes, sino porque creyeran que podrían movilizar a los del partido socialista que, enfadados con la nefasta gestión de su partido en el gobierno, tuvieran decidido quedarse en casa y abstenerse. Pero entonces ¡qué grupo de sociedad tan enferma tenemos que el simple hecho de ver a los miembros del partido contrario a tu ideología junto con las víctimas del terrorismo les hace removerse de su sillón e ir a votar a quien lo ha hecho mal sólo por el odio que esa imagen les provoca!

Ya expliqué una vez aquí como me envían la revista "Voces contra el Terrorismo" para no ser acusado de no sé qué por mi vecino o cartero…¡qué pena de nación!

2 comentarios:

  1. Gran artículo. Sinceramente no entiendo qué pueden tener las víctimas para que no las quieran los partidos, esos que se llenan la boca de apoyo a las mismas pero sólo en la teoría.
    Si hay gente que piensa que ir a una manifestación contra el terrorismo es de fachas, aviados estamos.

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  2. Pues así parece ser, Emperador. Como si no hubiera habido víctimas de todas las ideologías y clases sociales.

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